El Convenio de Cooperación Interinstitucional entre EUDE Business School y la Municipalidad Metropolitana de Lima, tiene como objetivo principal brindar mayores oportunidades educativas a personas con talento, emprendedoras y sobre todo con la finalidad de mejorar las capacidades profesionales de los funcionarios y servidores civiles de la Municipalidad Metropolitana de Lima.
El acuerdo fue aprobado entre el Concejo Metropolitano de Lima y EUDE mediante el acuerdo de Concejo N° 513, de fecha 20 de diciembre del 2017, entrando en vigencia desde el 01 de Enero de 2018.
Todos los trabajadores de la Municipalidad Metropolitana de Lima, Empresas Municipales y OPDS de la Municipalidad de Lima podrán acceder a un descuento especial para realizar un Máster en EUDE Business School, en sus diferentes modalidades (Online, Presencial y SemipresenciaL) podrán elegir entre los distintos programas; MBA, Máster en Marketing, Marketing Digital, Recursos Humanos, Finanzas, Comercio Internacional, Desarrollo Director y Líder Coach, Gestión Ambiental, entre otros. Te invitamos a que conozcas nuestra Oferta Formativa.
Son más de 20 años formando a más de 100,000 mil alumnos de todo el mundo los que ya están mejorando su empleabilidad y marca personal gracias a los programas de Postgrado en EUDE.
Solicita información y aprovecha la oportunidad que gracias al acuerdo que se lleve a cabo entre ambas instituciones y obtén un Máster Europeo en una de las mejores escuelas de negocio con título reconocido en Perú por la Universidad Rey Juan Carlos de España.
Te dejamos un vídeo en donde podrás conocer algunas de las opiniones de los estudiantes de EUDE Business School, tras pasar un año en el campus situado en la céntrica calle de Arturo Soria de Madrid, España.
Gracias al acuerdo de compra de WhatsApp por parte de Facebook, el 25% de su plantilla recibirá acciones por un valor de 60 millones de dólares.
Este año se cumplen cuatro años de la incorporación de la plataforma de mensajería instantánea WhatsApp al grupo Facebook. Una adquisición por la que Mark Zuckerberg tuvo que negociar duramente con los entonces fundadores, Jan Koum y Brian Acton.
Para conseguir la compra de WhatsApp, Zuckerberg puso sobre la mesa un sustancioso acuerdo de 19.000 millones de dólares, de los cuáles, 4.000 millones se abonarían en el momento de la transacción y los 12.000 millones restantes se traspasarían a través de acciones de Facebook. Por aquel entonces, los títulos cotizaban por un valor de 67 dólares, actualmente cotizan casi el triple, 180 dólares.
De esos 12.000 millones de acciones, 3.000 millones se repartirán entre la plantilla de WhatsApp de aquel momento, en concreto, 50 trabajadores. Es decir, cada empleado recibirá 60 millones de dólares en acciones de Facebook.
Unos incentivos que estaban dirigidos a toda la plantilla, con total indiferencia del puesto en la empresa. Por lo tanto, desde el CEO hasta el personal informático de aquel entonces, pasarán en unos días a ser millonarios.
No obstante, Zuckerberg se guardó un As bajo la manga. Para evitar la fuga de cerebros de la compañía, puso como condición que la entrega de dichas acciones se llevase a cabo en un período de cuatro años y sólo para aquellos que permaneciesen en la empresa hasta 2018.
La cuenta atrás está a punto de finalizar, y las acciones por fin serán entregadas a todos aquellos que continúan en el gigante de la mensajería instantánea. En este momento, los agraciados solo constituyen el 25% de la compañía, los 150 empleados restantes no recibirán retribución alguna.
Sin lugar a dudas, Facebook sabe cómo hacer que la competencia pase a jugar en su liga. La compra de WhatsApp supuso el inicio de esta estrategia, seguida de Instagram. Solo Snapchat ha conseguido resistirse a los encantos de Zuckerberg.
Si quieres saber sobre este tema y muchos más, te invito a que conozcas nuestro programa de Marketing Digital.
Ser un jefe no es lo mismo que ser un líder. Para entender la diferencia entre ambos es necesario comprender cuáles son las principales características que separan a uno de otro. Un líder puede ser un jefe, pero un jefe no puede ser un líder. ¿Estás confundido? Te lo explicamos.
Un jefe raramente se responsabiliza de sus errores, sin embargo, cuando de logros se trata se lleva todas las medallas. De esta manera, no admitirá haberse equivocado en un momento dado, no recordar algo o haber tomado una decisión incorrecta. La culpa siempre recaerá en los demás.
Un líder sabe admitir sus errores y aprende de ellos, e incluso, procura no repetirlos. Además no se lleva el mérito del trabajo él solo, sino que comparte con los demás porque el trabajo es en equipo y en ningún caso él solo ha podido realizar una tarea en una compañía, sino que es gracias a la colaboración de todo un equipo de trabajo.
Un jefe suele evocar una autoridad centrada en un estado de superioridad hacia sus empleados. Sus respuestas suelen ser autoritarias en lugar de colaborativas, pasando de estar sonriente un minuto y al siguiente estallar. Su opinión es la única que vale y la impone sobre la de los demás sin escuchar lo que puedan ofrecer.
Con un jefe no se puede establecer una relación de confianza porque falta comunicación, no es el tipo de persona a la que te acercarías a comentarle un problema o pedirle un consejo, porque eso podría ir en tu contra y que vas a encontrar un toque de atención en lugar de una mano tendida.
Un líder se gana el respeto cuando se involucra en el trabajo. El líder busca, no sólo resultados, él piensa en su equipo y, por ello, divide las responsabilidades. El líder no suele decir que tiene subordinados, sino un equipo. Está dispuesto a escuchar siempre a las demás personas y valora las habilidades de sus empleados, respetando sus dificultades y trabajando en conjunto con las personas para ayudarlas a superarse.
Un jefe trata a las personas de su empresa como “dispensables”, de hecho, “si alguien no puede hacer el trabajo, lo hará otro”. Suelen utilizar esta expresión como una excusa para obligar a las personas a hacer más de lo que deberían y dejar claro que, en cualquier momento, lo que no puedan hacerlo podrá venir alguien a sustituirles.
Un líder apuesta por sus empleados y se pone en su lugar. No exige niveles de trabajo que no dejen espacio para el aprendizaje y la creatividad. Cuando un líder observa que un empleado está fallando en algunas cosas, su primera relación no es amenazarlo con prescindir de él y buscar a otro, sino que lo ayuda y le pregunta si esa persona está bajo las condiciones de trabajo adecuadas para hacer su tarea correctamente.
El jefe quiere ser siempre el centro de atención. En cuanto puede aprovecha cualquier oportunidad para explicar algo sobre él, sobre las cosas que ha hecho y sobre cuánto ha triunfado. Sus opiniones suelen ser las mejores, sin embargo, las opiniones de los demás son desacreditadas. También es común que un jefe se muestre ante los empleados como una víctima: su tiempo es más importante, sus problemas o preocupaciones las únicas válidas.
El líder da un paso atrás para dejar que salga lo mejor de su equipo y así reconocer su valía. No habla constantemente de sí mismo, sino que pregunta a los demás sobre ellos. De esta manera, su equipo es consciente de que sus opiniones importan y que pueden aportar un mayor conocimiento en vez de ser un estorbo para sus objetivos. Un líder se involucra en el trabajo en equipo.
El jefe siempre alardea de que saber hacer muchas cosas, deja claro que él sabe todo y que si él puede, los demás también. El único modo correcto de hacer las cosas es el suyo, aunque no lo enseñe.
Un líder enseña a los demás como hacer algo, les muestra sus tácticas, sus métodos, sus pautas y deja que los demás las lleven a cabo junto con él. En el proceso, además, cabe la posibilidad de que el líder aprenda algo nuevo sobre la manera que tienen los demás de hacer la misma tarea.
Las decisiones que toman los jefes solucionan problemas presentes pero no futuros. Se trata de casos de disposiciones rutinarias que implican poco riesgo para la empresa. El jefe no se lo piensa dos veces el poner por delante los beneficios económicos del día a día a los beneficios a largo plazo. No utiliza la ética empresarial.
Las decisiones que toma un líder no tienen efectos inmediatos, sino que representan una apuesta para mejorar con el tiempo. Por ejemplo, prefiere formar a sus trabajadores antes que despedirlos para ahorrar en costes fiscales o en salarios. Sabe que formar a alguien de nuevo es perjudicial y representa una pérdida del tiempo invertido hasta ese momento con el trabajador en cuestión
Recuerda que para ser un buen un líder se necesita determinación y constancia. Con el máster en Coaching (Desarrollo Directivo y Leader Coach) de EUDE Business School aprenderás a ser el mejor el mejor líder para dirigir equipos con éxito.
Hoy es lunes, pero no un lunes cualquiera. Desde 2005, al tercer lunes de enero se le conoce como ‘Blue Monday’, el día más triste del año.
Enero puede ser probablemente el mes más triste y duro del año. Se juntan diversos factores como el final de las navidades, el frío y la frustración por no haber cumplido aún los famosos propósitos de año nuevo. A lo que hay que sumar la más que conocida ‘cuesta de enero’, ya que nuestro bolsillo también ha sufrido estragos producto de los regalos navideños y la temporada de rebajas.
El origen de este día se remonta al año 2005, cuando con motivo de una campaña publicitaria para la agencia de viajes Sky Travel, el psicólogo británico Cliff Arnall ideó una fórmula matemática para calcular el día más triste del año y así motivar al público a viajar con el fin de combatir esa depresión. Para su cálculo se tuvieron en cuenta variables como el clima, las deudas, el tiempo transcurrido desde Navidad o la motivación.
Puede que la idea del ‘Blue Monday’ no tenga peso científico, pero bien es cierto que un lunes malo lo puede tener cualquiera. Por eso, son bienvenidas aquellas soluciones que hagan que este día no termine en tragedia: desde un viaje, una tarde de compras o un paseo al aire libre.
Las grandes marcas suelen utilizar este tipo de fechas para lanzar alguna promoción o descuento extra que motive al cliente a comprar. Marcas como FNAC ofrecen hoy ofertas especiales que se suman a las rebajas existentes. Así puedes llevarte hoy un Mac por menos de 1000€ o conseguir hasta un 40% de descuento en la sección hogar.
Pero no todo son las ventas. Las empresas cada vez tienen más en cuenta aspectos como la autoestima y la motivación de sus empleados. Fechas como esta suponen un desafío para conseguir motivar y entusiasmar a los trabajadores de cara al nuevo año, además, es un período en el que el absentismo laboral también cobra importancia. Los expertos recomiendan a los departamentos de recursos humanos implementar medidas para incentivar tanto el rendimiento como la estabilidad emocional de sus trabajadores.
Y si lo que buscas es relajarte y desconectar, lo mejor es dar un paseo por el parque, tomar 10 minutos de sol, practicar algún deporte o tener una buena charla con tus amigos. Todo ello hará que tu mente se llene de pensamientos positivos y deje de lado esa ‘tristeza’.
El Máster en Coaching de EUDE Business School te brindará los conocimientos y herramientas necesarias para aprender a afrontar con éxito este tipo de situaciones y motivar a tus equipos de trabajo.
La ética del sistema financiero se ha convertido en uno de los grandes retos del siglo XXI
Las entidades financieras tienen la responsabilidad de crear modelos de gestión innovadores para la sociedad basados en la RSC
Lo más importante para los bancos es recuperar la reputación perdida durante la crisis
EUDE Business School ha acogido la celebración del seminario ‘¿Somos financieramente responsables?’ que se enmarca dentro de un ciclo de tres conferencias organizado en colaboración con el Global Center of International Studies. Durante esta jornada se ha afrontado el compromiso que deben tener las entidades financieras para fomentar la gestión ética y responsable de las finanzas.
“Las entidades financieras deben actuar bajo una responsabilidad y sostenibilidad en los mercados donde operan”, tal y como señala Enrique Castelló, coodirector del Global Center of International Studies, quien define la Responsabilidad Social Corporativa como “el compromiso social voluntario de las empresas en la sociedad”. Castelló identifica dos hitos de los que, asegura, nace la Responsabilidad Social Corporativa: en 1999, Kofi Annan, presidente de la ONU propuso el pacto mundial de Naciones Unidas y en 2001 la Comisión Europea publicó el Libro Verde dedicado a la responsabilidad social corporativa y, así, se establece una ética en el comportamiento de las empresas. “Con estos acontecimientos se intentaba paliar el mal comportamiento de las organizaciones empresariales”, señala Castelló.
La banca tradicional se ha caracterizado por los productos, la red de sucursales y los clientes. Y reconoce Castelló que ahora el orden ha cambiado situando en primer lugar a los clientes como foco del negocio porque “ya no es tan importante el producto sino cómo atiendes al cliente y cómo de responsable es”. Los canales de distribución ocuparían el segundo lugar y los productos, el último.
Actualmente, la banca se enfrenta a nuevos retos que implican la generación de confianza a largo plazo ya que se ha convertido en el principal activo de un banco. También señala Castelló que hay que recuperar valores éticos y sociales que quedaron olvidados por la codicia. La creación de un capital reputacional corresponde a los empleados del banco tal y como señala Castelló que, además, aboga por una regulación más simplificada porque “regular más no es positivo, hay que hacerlo mejor”. La transparencia y el buen gobierno corporativo junto con el compromiso social, la calidad de servicio al cliente y el fomento del desarrollo profesional de los empleados son otros de los retos que debe afrontar la nueva banca.
Por su parte, David Menéndez, director de Responsabilidad Corporativa de Bankia, añade que en la entidad “hemos tenido que ganarnos nuevamente la confianza de la sociedad promoviendo una mirada más amplia e integradora porque las cosas que antes no se tenían en cuenta, ahora pueden desestabilizar las empresas”, reconoce, “los intangibles son muy importantes”.
El raking FSO es el primer ranking a nivel mundial que mide la calidad de las mejores instituciones de educación superior que ofrecen formación online de habla hispana.
En la edición de 2017, EUDE Business School ocupó el primer puesto en el subranking de actores en el MBA-Máster en Administración y Dirección de Empresas. Esta categoría que mide la calidad de la educación superior online teniendo en cuenta dos aspectos principales: el claustro y el alumnado.
Desde el año 2015 el ranking FSO valora la calidad de la formación online que ofrecen más de 120 instituciones de 30 países. El estudio se divide en un ranking principal y un sub ranking en los que se miden diversos factores dentro de la educación superior online.
Desde el año 2015, la consultora de investigación de mercados Hamilton ha llevado a cabo este estudio que mide la calidad de las instituciones de educación superior que ofrecen formación online de habla hispana. El cuál, responde a la necesidad de posicionar la educación superior online como una educación de alto nivel. Hasta ese momento, los rankings mundiales solo tenían en cuenta la educación superior a nivel presencial.
El sub ranking Actores, valora aspectos sobre el profesorado y el alumnado de las 120 instituciones participantes. En la lista figura un top de 20 instituciones que participan en el ranking principal, pero en esta categoría se miden principalmente dos indicadores:
De igual modo, también se valora la disponibilidad de una buena bolsa de empleo, si se ofrecen plazas en empresas nacionales o internacionales y el tipo de puesto que ofertan.