17 septiembre 2021

Descubre el ciclo de vida de un producto

ciclo de vida

Nada es para siempre o eso se dice ¿no? bien lo saben muchas empresas, que han buscado formas inteligentes de ampliar el ciclo de vida del producto que venden y hacer que permanezca por más tiempo en el mercado. Al final, las personas nunca dejarán de querer productos más completos y eficientes. 

 

¿Qué es el ciclo de vida de un producto?

 

En términos simples, el ciclo de vida de un producto es el proceso que cualquier artículo comercial pasa desde su concepción hasta su retirada del mercado. Este proceso está definido en 5 etapas que deberemos identificar y catalogar para poder tomar mayor control de las acciones a llevar a cabo en cada una de ellas.

 

Lo primero que debemos aclarar y  es razonable evidenciar que los estudios sobre el tema se refieren a la longevidad de un producto desde la perspectiva del consumo. Nuestro enfoque aquí es abordar las variaciones en las ventas, los costos de producción y las estrategias de gestión de los productos según su capacidad de atender al mercado.

 

El ciclo de vida de un producto

 

Desarrollo

En este momento, el principal reto es sacar las ideas del papel y poner manos a la obra. Ya sea un producto de consumo rápido, como una bebida, o uno más complejo, como una aplicación para computadoras, todo producto tiene que salir a la luz en su mejor versión.

Siendo así, la principal tarea en la fase de desarrollo es elaborar una personalidad para el producto. La mayor parte de las inversiones se aportan al diseño y a los ajustes técnicos necesarios para que sean consumidos de forma inmediata.

 

Introducción

Ahora el producto ya está disponible para las ventas. ¿Pero quiénes serán los primeros compradores? ¿Cómo mostrarle al mercado que vale la pena probar la novedad?

Para garantizar que el producto oficial esté enganchado a las necesidades del consumidor, los emprendedores suelen realizar un MVP (o en español, producto viable mínimo), que, básicamente, es la versión más sencilla de un producto que puede resolver el problema del usuario.

La fase de introducción es el momento adecuado para definir los KPIs (principales indicadores de desempeño) del producto a lo largo de su ciclo de vida. Sin embargo, la base de clientes aún no es bastante para orientar nuevas acciones de adquisición y cambios en las ofertas.

 

Crecimiento

El aterrizaje del producto a esta fase indica que tiene un buen potencial de perennidad. Aquí se observa un aumento considerable de las ventas y una mayor cantidad de canales de obtención de clientes.

La retención de los clientes iniciales y la expansión de la conciencia de marca se convierten en retos más complejos. Por otro lado, a una mayor competitividad corresponde una mayor inversión en la calidad del producto y en recursos innovadores que le devuelvan la hegemonía.

¡Y ahí viene la buena noticia! Los ingresos ya empiezan a crecer y son asignados a la realización de avances técnicos y nuevas estrategias de divulgación. Desde este momento, el análisis predictivo permite que la empresa ensaye posibles escenarios de un mercado en expansión.

 

Madurez

La llegada de la madurez impone pruebas intensas a la persistencia del producto. La experiencia acumulada por la empresa en las etapas anteriores le concede la capacidad de resistir posibles crisis económicas o el surgimiento de nuevos contendientes.

Mantenerse en el primer lugar de las opciones de compra del consumidor es, no obstante, una tarea muy difícil. Lo comprueban las estadísticas de ventas, que ya no crecen de forma constante y se estabilizan.

Los emprendedores suelen romperse la cabeza en esta fase, pues el mercado ya conoce bien su producto y está adaptándose a su uso. Poner atención a las nuevas demandas que surgieron es fundamental, para que el producto pruebe su capacidad de cumplir más de una función.

En cuanto a la medición de los resultados, el ROI (retorno de la inversión) y el CAC (costo de adquisición de clientes) se resaltan. Al final, garantizar la fidelidad de los clientes ya captados es más prudente que dirigirse a una cuota totalmente nueva del mercado.

 

Declive

No cabe duda de que este es el momento más temido para cualquier empresa enfocada en productos. Aunque haga muchos intentos para posponerlo, en algún punto se hará inevitable.

Aquí, las ventas bajan significativamente y los clientes comienzan a adaptarse a nuevas alternativas ya consolidadas en el mercado ¿Te acuerdas del ejemplo de la USB? Una vez más aplica, pues otros productos y servicios de almacenamiento se probaron más eficientes.

Muchos otros factores pueden provocar la declinación de los productos, como los cambios en los intereses de los consumidores y la progresión masiva de uno o más competidores.

 

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