19 febrero 2024

Economía circular: qué es y por qué está ganando importancia

Economía circular

Los planes de sostenibilidad de las empresas cada vez exigen medidas más comprometidas con el medio ambiente. La economía circular y la gestión de residuos son piezas clave para entender este cambio.

Estas medidas atraviesan todo tipo de empresas: desde grandes compañías a pequeños negocios.

 

La economía circular busca optimizar los recursos y minimizar los desperdicios durante el ciclo de vida de los productos. Este nuevo modelo choca con la economía lineal tradicional, anclada en extraer, producir, consumir y desechar. Para las empresas, adoptar la economía circular no solo implica contribuir positivamente al medio ambiente y la sociedad, sino también aprovechar oportunidades de eficiencia, innovación y diferenciación competitiva en el mercado global.

 

¿Y cómo pueden dotar de una segunda vida a los productos? Pues, principalmente, a través del reciclaje y la reutilización. De esta forma, diseñando productos de manera inteligente, se pueden reutilizar materiales y recursos, recuperando el valor de estos productos al final de su vida útil.

 

De grandes corporaciones al pequeño negocio

Las grandes compañías están a la vanguardia de los cambios en este ámbito. Su mayor capacidad financiera y su escrutinio por parte de inversores y la sociedad facilitan este liderazgo. Sin embargo, no son las únicas responsables ni suficientes para impulsar esta transformación. Las pequeñas y medianas empresas (pymes) también deben desempeñar un papel destacado, dado que representan el colectivo empresarial más numeroso en España.

 

En primer lugar, esta transición les permite mejorar su eficiencia operativa al reducir costos de materias primas y gestión de residuos. Además, al adoptar prácticas sostenibles, pueden aumentar su competitividad y acceso a nuevos mercados, donde la demanda de productos y servicios ecoamigables está en crecimiento.

 

La economía circular también fomenta la innovación, lo que puede abrir nuevas oportunidades de negocio y fortalecer su posición en la cadena de suministro. Al contribuir activamente a la preservación del medio ambiente, las pymes ganan una reputación positiva, aumentando la confianza de los consumidores y mejorando su relación con la comunidad y los reguladores. Por último, alinearse con los objetivos de desarrollo sostenible puede resultar atractivo para atraer talento y retener empleados comprometidos con valores éticos y medioambientales.

Cómo implementar estas políticas

Este proceso estratégico comienza con un meticuloso análisis de nuestro modelo de negocio y operaciones. Después, el proceso de producción es clave. El 80% del impacto medioambiental de un producto se gestiona en la fase de diseño. El precio o la calidad son parámetros básicos que se toman en cuenta a la hora de diseñar un producto. No obstante, las empresas cada vez apuestan más por sumar un nuevo factor: el ecodiseño. De esta forma, el criterio ambiental adquiere una importancia mayor, desde su concepción y fabricación hasta su disposición final.

 

Optimizar los recursos, incentivar la colaboración con nuestras partes interesadas clave y capacitar al equipo en los principios y prácticas de la economía circular. Para medir estas mejoras, es necesario utilizar sistemas de medición y evaluación para monitorear el progreso hacia una operación más sostenible y competitiva. En suma, este enfoque integral nos permite avanzar hacia una empresa más resiliente y rentable. Además, contribuyes activamente a la preservación del medio ambiente y generamos un impacto positivo en la sociedad.”

 

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