20 noviembre 2024

Rebranding: Una necesidad para la evolución de las marcas

Rebranding

Hoy, el mundo es muy competitivo y las marcas necesitan mucho más que un buen producto (o servicio) para mantenerse en él; necesitan una identidad fuerte que resuene con sus audiencias y se adapte a las demandas del mercado. Es aquí donde el rebranding juega un papel crucial. Es un proceso que permite a las empresas redefinir su imagen, su mensaje y su propuesta de valor, adaptándose a los cambios sociales, económicos y tecnológicos que moldean el comportamiento de los consumidores.

 

Erróneamente, se suele pensar que el rebranding es una simple actualización visual o un cambio de nombre, pero realmente es una estrategia integral de posicionamiento que responde a una necesidad profunda de reconectar con el público o ajustarse a una nueva visión empresarial. Y es que, en ocasiones, mantener la marca sin cambios puede convertirse en un lastre para la empresa, sobre todo cuando la percepción del mercado ha cambiado.

 

¿Qué es el rebranding?

 

El rebranding es el proceso mediante el cual una empresa redefine y reconstruye su marca, ya sea modificando su identidad visual, su nombre, o todos los elementos a la vez. Puede ser una actualización ligera o una transformación radical, dependiendo de las necesidades de la empresa y de los objetivos que se persigan. El objetivo es modernizar la marca y alinearla mejor con las expectativas de los consumidores actuales, así como con los valores corporativos renovados de la organización, tal como, más adelante, veremos en el caso de Cepsa a Moeve.

 

¿Por qué es importante el rebranding?

 

No es un secreto que, las preferencias y los comportamientos de los consumidores cambian con el tiempo, y las marcas necesitan adaptarse a estos cambios. Un rebranding adecuado puede ayudar a la empresa a mostrarse alineada con los valores y preocupaciones actuales de su audiencia, como la sostenibilidad, la responsabilidad social y la transparencia.

 

Por esto, una marca puede percibirse como obsoleta o anticuada. El rebranding permite renovar su imagen y hacerla más atractiva para un público joven, que suele buscar marcas frescas y actualizadas. Es una forma de decirle al mercado que la empresa sigue siendo dinámica, actual y relevante.

 

No podemos olvidar que las empresas evolucionan y, a veces, su propuesta de valor cambia. Muchas comienzan con una misión y visión específicas, pero han ampliado su oferta o su enfoque. Un buen ejemplo es Amazon, que en sus inicios se presentaba como una librería online y hoy en día es un gigante tecnológico con una gran oferta de servicios.

 

En algunos casos, las marcas se ven forzadas a realizar un rebranding debido a una crisis de reputación. Una imagen renovada puede ayudar a dejar atrás problemas del pasado, como controversias o malas decisiones, y así, construir una percepción más positiva en la mente de los consumidores.

 

Ejemplo de Rebranding: De Cepsa a Moeve

 

Actualmente, estamos viviendo el caso de rebranding de la empresa energética española Cepsa, que está en proceso de adoptar el nombre Moeve para su división de movilidad y nuevas energías. Este cambio de nombre y de imagen no es un simple capricho, sino una respuesta a la transición energética y a la evolución de la empresa hacia un enfoque más sostenible y orientado al futuro.

 

¿Por qué el cambio?

 

Durante años, Cepsa ha sido una marca reconocida en el sector energético español, especialmente en combustibles y productos derivados del petróleo. Sin embargo, los cambios en la normativa y la creciente presión para adoptar prácticas más sostenibles están motivando a muchas empresas energéticas a revisar su modelo de negocio. Para Cepsa, esto significó la necesidad de evolucionar más allá del petróleo y diversificar sus operaciones hacia el sector de la energía verde y la movilidad sostenible.

 

Objetivo del rebranding

 

La elección del nuevo nombre (Moeve) no es casual, refleja el propósito de la compañía de centrarse en la movilidad eléctrica y las energías alternativas, alineándose con las demandas de una sociedad que cada vez más, busca opciones sostenibles. El nuevo nombre nos lleva a pensar en movimiento, transición y progreso, lo cual comunica claramente la dirección que la empresa quiere tomar.

 

La identidad visual también ha sido rediseñada para transmitir modernidad y un enfoque hacia la sostenibilidad. El color y el diseño se ha actualizado para transmitir una imagen fresca y respetuosa con el medio ambiente. La estrategia de comunicación se centra en enfatizar el compromiso de la empresa con el futuro, destacando sus inversiones en energías limpias y tecnología de movilidad avanzada.

 

Impacto del cambio

 

Este cambio drástico, busca no solo atraer a los clientes que valoran la sostenibilidad, sino también mejorar la percepción pública de la empresa y mostrar su compromiso con el desarrollo sostenible. Estamos hablando de un sector en el que la transición energética es inevitable en los tiempos actuales, por lo que, adoptar una identidad orientada a la movilidad sostenible le permite a Moeve proyectarse como un líder en innovación y responsabilidad social.

 

En general, el rebranding es un proceso desafiante lleno de retos, pero también oportunidades, especialmente para las marcas establecidas, las cuales pueden enfrentarse a la resistencia de sus clientes leales o a las limitaciones impuestas por su recorrido empresarial. Sin embargo, los beneficios (generalmente) superan los desafíos cuando se gestiona de manera estratégica y muy alineada con las necesidades del mercado en el que opera la empresa.

 

Al hablar de retos, podemos destacar los siguientes:

 

  1. Aceptación del público: Los consumidores pueden mostrarse reacios a los cambios, especialmente si están acostumbrados a una marca en particular (nombre, colores o diseño). Si es posible, es importante gestionar el cambio de manera gradual, sin dejar de lado una comunicación clara de las razones del cambio. De otra manera, podrá no ser entendida por el mercado.
  2. Costos: Al realizar un rebranding completo necesitaremos una inversión significativa en investigación de mercado, diseño, publicidad, etc. Sin embargo, tal como lo hemos mencionado anteriormente, los beneficios a largo plazo justificarán el esfuerzo y los recursos invertidos.

 

A modo de resumen, es importante indicar que el rebranding es una herramienta estratégica poderosa para las marcas que buscan adaptarse a los cambios del mercado, mejorar su percepción pública y asegurar su relevancia y sostenibilidad a largo plazo. Casos como el de Cepsa, que ha evolucionado hacia la nueva marca Moeve, nos muestran cómo una empresa puede aprovechar esta transformación para fortalecer su identidad, renovar su propuesta de valor y conectar mejor con una audiencia moderna que prioriza la sostenibilidad y la innovación.

Debemos ver el rebranding como una inversión y no como un gasto innecesario, sobre todo cuando queremos prosperar en un entorno cambiante.

 

Jacek Waszkiewicz,

Director del Máster en Marketing y Dirección Comercial en EUDE Business School. 

No hay comentarios